Capítulo 55 Mujerzuela

Nora salió de su puesto de trabajo y se dirigió directamente al escritorio de su compañera. Con la cara tensa y la voz fría, dijo en tono severo: —Ponte de pie y aclara lo que dijiste. La mujer se llamaba Camila. Era incluso mayor que Bianca y jefa del departamento técnico; todos la llamaban "Señorita Camila". Además, tenía una larga trayectoria en la empresa. Bajo la mirada de todos, Nora se plantó junto a su escritorio, desafiándola abiertamente. Camila no podía tolerar aquello bajo ninguna circunstancia. Se levantó despacio, altiva, y la miró de arriba abajo con desprecio. —Vaya, niña, qué carácter. ¿Qué pasa? ¿Acaso toqué tu punto débil? Nora palideció, pero su mirada permanecía fría y afilada. Con tono cortante, respondió: —Ustedes difunden rumores asquerosos sobre mí en privado. Si no he dicho nada, no es porque sea tonta, ni mucho menos porque sea fácil de intimidar. Simplemente no quiero perder tiempo en chismes tan repugnantes. Les exijo que me respeten y cuiden su lengua. Cam