Capítulo 57 ¿Por qué esforzarse tanto?

Faltaba menos de una semana para la fecha límite de negociación, y Nora trabajaba con más ahínco que nunca. La auditoría financiera no admitía margen de error alguno; León asumía la responsabilidad ante la dirección, incluso si ocurría algún fallo, Nora no tendría que cargar con la culpa. La mayoría de los miembros del equipo de fusiones y adquisiciones compartía la misma actitud: la debida diligencia no era más que un trámite, un simple procedimiento. Incluso si surgía algún error, sería un problema de la alta dirección. Pero Nora pensaba de otro modo. Si la fusión fracasaba, el bono desaparecería, y nadie deseaba más que ella que la operación se completara con éxito. Pasada la una de la madrugada, Martín salió de su oficina tras terminar una videollamada. Andrés, que lo esperaba a un costado, se acercó de inmediato. Ambos caminaron hombro con hombro hacia el ascensor. Al pasar por la oficina abierta, la mirada de Martín atravesó el gran ventanal transparente, recorrió el espacio vací