Capítulo 81 Expiación

En la oficina del presidente, Martín estaba sentado en la silla de su despacho, con la mirada baja, observando los documentos que tenía delante. León estaba de pie frente al escritorio, temblando de pies a cabeza. —Señor Martín, acababa de aterrizar en Venturis cuando recibí su orden y vine corriendo. Me avergüenza profundamente lo sucedido. Todo es culpa mía. Mi esposa tiene un carácter extremo, es desconfiada y temeraria; por mi descuido... permití que Nora sufriera una ofensa. Apoyo que presente una denuncia; así ella aprenderá la lección. Quiero asustarla un poco para que sepa contenerse. Cuando terminó de hablar, levantó lentamente la vista hacia Martín y vio que él, con el semblante imperturbable, seguía firmando los papeles frente a él, completamente indiferente. León se secó el sudor fino de la sien y continuó: —No sé de dónde escuchó ciertos rumores, pero se atrevió a venir a la empresa y agredir a Nora. Esa loca se ha vuelto una fiera, está completamente fuera de sí. Apenas b