Capítulo 30

El director Damián le levantó el pulgar en señal de aprobación y luego anunció al resto del equipo que el trabajo del día había terminado. Todos celebraron con entusiasmo: —¡Trabajar con Bianca es un placer! ¡Siempre salimos puntuales! Todo el estudio de grabación se llenó de un ambiente alegre, y la ira de Bianca también se disipó casi por completo con el trabajo. —¿Qué te pasa? Desde que llegaste noté que algo no andaba bien contigo. Claudia fue la única que percibió su estado emocional, pero Bianca no quiso dar muchas explicaciones. —Está bien, si no quieres hablar no voy a presionarte. Pero tengo una buena noticia que seguro te interesa. Con tono misterioso, Claudia la miró con complicidad. Bianca, sin demasiado entusiasmo, preguntó: —¿No me digas que vino Ariel? Claudia no respondió, pero su silencio fue suficiente. Bianca se atragantó con el agua y empezó a toser. Incrédula, lo repitió. Claudia solo abrió bien los ojos y asintió con una sonrisa. Bianca se emocionó de inmediato. —