Capítulo 213

Me disculpé con Nancy: —Lo siento, Nancy, parece que no estoy en condiciones de colaborar con tu empresa hasta que resuelva mis asuntos personales. Nancy respondió con tristeza: —No tienes que disculparte. Nuestro plan este año es expandirnos definitivamente, y ya hemos planificado las participaciones para la inversión. Si la señorita Sara decide no invertir... Tendremos que dar la oportunidad a otros inversores. Se disculpó: —Señorita Sara, lo siento. Nuestros planes ya están establecidos, si pierde esta oportunidad, no habrá otra. Sonreí amargamente y asentí: —Entiendo. Anita, incapaz de contener su frustración, sollozó: —¡Qué hombre tan despreciable, es un sinvergüenza! Me tomó de la mano, lista para dejar ese lugar. Víctor nos detuvo. Tenía un conflicto evidente en su expresión. Habló con una suavidad que nunca antes había mostrado: —Sara, podemos negociarlo. —Víctor, ¿cómo es que aún no has terminado? María apareció en la puerta. Sostenía su vientre con delicadeza y su rostro refl