Capítulo 388
Víctor reaccionó: —María, no juegues, con esos escalones no puedes haberte caído sola.
En mi interior no podía dejar de reír con amargura.
Mi desprecio por Víctor ya no podía describirse solo como "asqueroso".
Había llegado a tal punto que solo verlo me provocaba un malestar físico.
Parece que Víctor tenía una explicación sólida: —Sara, no importa si fuiste tú o no. Lo único que necesitas saber es que yo y María no vamos a estar juntos.
Le respondí: —¿Y qué? ¿Entonces, hoy vienes a ver a señorita María para demostrarme que ya no tienes ningún otro interés en ella?
Víctor asintió: —Sí, yo y María ya no tenemos nada. ¿Por qué no puedo venir a verla?
Miré a Alberto.
Alberto, con una sonrisa irónica, dijo: —Qué impresionante, hasta me admiro.
Quise reír, pero no podía hacerlo frente a la cara de Víctor.
La arrogancia de Víctor hizo que olvidara por completo lo que había planeado decir durante el camino.
María, desde la cama del hospital, habló con una voz suave y afectu

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.