Capítulo 39 Este sonido me resulta familiar

Cuando Rosa se despertó, Diego ya no estaba en casa. Como hoy era fin de semana, después de levantarse y asearse, decidió limpiar un poco la casa antes de llevar la comida preparada al hospital. Al llegar a la habitación VIP1, Rosa vio a dos hombres de pie en la puerta, con la típica apariencia de guardaespaldas de serie de televisión: vestidos de negro y con expresión impasible. En cuanto se acercó, ambos la bloquearon de inmediato. —Para entrar a esta habitación se necesita el consentimiento de los que están dentro. —Soy la hija de Daniela. Al principio, Rosa pensó que era un procedimiento especial del hospital, pero tras preguntar se enteró de que esos dos hombres eran en realidad guardaespaldas personales de Diego. Después de verificar cuidadosamente su identidad, finalmente le permitieron entrar en la habitación. Cuando Daniela vio a su hija, preguntó apresuradamente: —¿Quiénes son esos dos que estaban afuera? ¡Qué susto me dieron! Hoy hasta los médicos deben verificar su identida