Capítulo 86 Videoconferencia a distancia

Cerca del mediodía, Rosa pudo dejar el teclado y suspirar aliviada. Miró el teléfono a su lado, le desbloqueó la pantalla y abrió Facebook. No había ningún mensaje nuevo. El Facebook de Diego estaba en la tercera posición de la pantalla y el último mensaje era el que ella le había enviado. De repente, se pensó: "¡Ojalá pudiera ver si está conectado!" Pero, aunque supiera que estaba en línea, ¿qué podría decirle? —¡Toc, toc! Alguien golpeó la puerta de la oficina. Rosa levantó la vista y vio a Elisa. —Deberías prestar atención al Grupo Creación de Puerto de Cáliz; están haciendo varias adquisiciones de activos este año en el área de nuevos desarrollos tecnológicos. Esta vez, Diego viajó por eso, porque nos hemos enterado de la situación y, en el Grupo Ruiz, estamos pensando en introducir empresas con potencial a través de una emisión dirigida. —Está bien. —Rosa abrió su computadora para informarse un poco sobre las últimas noticias del Grupo Creación. Elisa la observó con una sonrisa re