Capítulo 96 No somos adecuados

Esa sensación fue horrible. Peor que una semana entera de horas extras. Daniela suspiró. —Hija, tu madre sabe que no debería estar siempre metiéndote en la cabeza estos pensamientos sobre el miedo al matrimonio. Después de todo, algún día te vas a casar y tendrás que contar con un hogar al que puedas recurrir. Pero no me siento tranquila. Siento que todos los hombres tienen algo oculto. Recordando esos años, el padre de Rosa también era amable y considerado, sin un solo defecto que se le pudiera señalar, lo que la llevó a entregarse a él; incluso cerrando las puertas al regreso. —Mamá, no pienses en eso. Mañana entro al quirófano, mejor descansa un poco más —le dijo mientras le acomodaba las sábanas, sonriendo—. Va a ser la operación. Para mí, lo demás no importa. ¡Cuánto tiempo había esperado por este día! Después de conseguir que su madre se durmiera, ella, en cambio, estaba tan emocionada que no podía conciliar el sueño. Se levantó y abrió en su computadora el software interno del G