Capítulo 958

Wilbur sacudió la cabeza, antes de trasladar sus pensamientos a la batalla de hoy más temprano. La líder de las Flores de Ribera era realmente poderosa. Los Desalmados eran la peor pesadilla de cualquier cultivador. Si no hubiera sido por los poderes de Dragón de Wilbur y la energía que había obtenido del esqueleto de cristal, Wilbur lo habría tenido muy difícil para enfrentarse a ella. Los otros tres cultivadores de nivel Santuario también eran poderosos a su manera. Las Flores de Ribera eran innegablemente hábiles, pero era una lástima que hubieran elegido el objetivo equivocado. Al pensarlo, Wilbur sacó la fina espada de su demiplano para mirarla más de cerca. Tenía un metro de largo y el grosor de un lápiz. No estaba claro de qué estaba hecha, pero era increíblemente afilada. Era prácticamente imposible detectar la presencia de la espada en la oscuridad, lo que la hacía perfecta para un asesino. Y lo que era más importante, era un arma atribuida. Wilbur intentó un