Capítulo 10

El carro se detuvo en el centro de la ciudad, y ambos bajaron solo para ver, de inmediato, el video que se reproducía en la gran pantalla. No era ningún video de disculpas, sino una grabación de vigilancia. El primer video mostraba una escena dentro de la prisión. Sofía estaba frente a Alicia, con una sonrisa de satisfacción en el rostro, y con voz fría y burlona decía: —¿Y qué si cometí un atropello y fuga? Solo tengo que llorar un poco, decir que mi cuerpo es débil y que no puedo soportar el encierro, y Gabriel y Bruno te harán cargar con mi culpa, te enviarán directamente a la cárcel. Escuché que te condenaron a cinco años, me aseguraré de que cada día sea peor que la muerte. Luego, el video cambiaba y mostraba la vida de Alicia en prisión. Estaba rodeada por un grupo de reclusas violentas que la golpeaban y pateaban. Sus gritos resonaban en el pabellón vacío, la sangre corría por su frente y teñía su ropa de rojo. —Gabriel, sálvame. Bruno, sálvame... Bruno y Gabriel se quedaron pet