Capítulo 492

En ese momento, Lorena estaba arrodillada correctamente en el salón, sin apartar la vista ni un segundo de las noticias en la televisión. Ya casi amanecía, pero Pedro aún no había regresado. "¿No será que Don Iván lo castigó?" Por alguna razón, ella se sentía algo inquieta y no dejaba de mirar hacia la puerta de vez en cuando, frotándose también las rodillas, que hacía rato estaban entumecidas. Las noticias habían estado repitiéndose en bucle desde la medianoche hasta el amanecer; esos periodistas no tenían nada mejor que hacer, volviendo una y otra vez al asunto de Adolfo y publicando además la opinión de los internautas sobre la familia Guzmán. Esta vez, la familia Guzmán sí que estaba en el ojo del huracán; al fin y al cabo, Iván había renunciado a ese puesto en su momento, y era inevitable que llamara la atención. Lorena suspiró y, al oír el sonido de un motor afuera, alzó el cuello de inmediato. La luz de los faros cruzó la ventana y enseguida se oyó un ruido en la puerta. Quien e