Capítulo 582
Lorena arrugó la frente; sentía que lo conocía bastante bien, y a veces, cuanto más silencioso estaba, más significaba peligro.
Pero, ¿realmente su partida podía enojarlo tanto?
Ella se sentía inquieta y en su mente no dejaba de repetirse esa mirada suya.
Sin embargo, no se atrevía a apostar.
Si ella pisaba el límite de Pedro, esta vez, al regresar, sin duda sería capturada por él.
No tenía posibilidad de ganar.
Así que, según su plan anterior, primero iría a otra ciudad para esconderse un tiempo; cuando escuchara que Pedro y Ana se habían casado, entonces no sería tarde para regresar a Costadorada.
Inspiró profundamente. —No le digas a nadie dónde estoy, voy a la ciudad vecina. Cuando esté establecida allí, me pondré en contacto contigo.
Juan se sintió incómodo. —¿Entonces no vas a volver a Costadorada en un tiempo?
Lorena, agotada, agachó la cabeza y, dándole golpecitos a la cara de Ximena, le animó a comer un trozo de chocolate.
Ximena ya no tenía fuerzas ni para hablar, pero aun as

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ