Capítulo 766

Lorena siguió avanzando, ya que solo había un camino recto. Pronto llegó a un lugar con poca iluminación, donde la persona colgada en el estante no era otra que César. Él parecía estar inconsciente, con todo su cuerpo cubierto de sangre. Le quedaba menos de media vida, si aún no había muerto, era porque sostenía su último aliento con gran dificultad. —César... Ella lo llamó suavemente, y al mirar a los dos hombres que venían hacia ella, lanzó una patada. Aquel hombre no esperaba que una mujer tuviera tal destreza física y, tras estrellarse contra la pared, escupió sangre de inmediato. El otro, al ver eso, rápidamente intentó sacar su arma. Pero antes de que pudiera apretar el gatillo, la pistola ya había sido pateada lejos. Lorena se apresuró a sacarles las llaves que llevaban encima y abrió los grilletes que sujetaban a César. —César. Lo llamó una vez más. La cara de César tenía un corte sangrante y, con los ojos entrecerrados, la vio. Su voz estaba ronca. —Señora Lorena... No sabía p