Capítulo 13
Por otro lado, Isabela no dormía tranquila.
Apenas había pasado tres horas cuando se despertó gritando; al ver a su hermano a su lado, por fin respiró con alivio.
—Hermano...
Balbuceó, con la voz entrecortada.
Desde que se fue de su pueblo, Juan había envejecido, pero al mirarla no había reproche alguno, solo ternura y dolor.
—Isabela, ¿cómo te has dejado llegar a esto?
—Tú tampoco nos buscaste todo este tiempo; ¿no sabes cuánto te extrañamos mamá y yo?
Al escuchar esas palabras, Isabela no pudo contenerse más.
Se echó a llorar con ganas.
Una persona que vuelve después de tanto tiempo y se encuentra con su familia es como un barco que por fin atraca en el puerto.
—No debí dejar de hablar con mi familia por un loco enamoramiento; no debí renunciar a ellos por Emiliano. Me equivoqué.
Un abrazo cálido la envolvió.
Juan Beltrán no dijo nada; la sostuvo y la dejó desahogarse.
Sabía lo que ella había sufrido en estos años.
Pero también sabía que era una decisión suya.
La familia le había dad

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ