Capítulo 96

Carlitos abrió sus ojos redondos y dijo: —Tranquilo esperaré a que mami se duerma para salir. —Okey. —Diego no añadió más al respecto. Arropó cuidadosamente a Carlitos y a Silvia. Observó por unos más segundos a ambos antes de apagar la luz y salir del cuarto. Sentado en el sofá de la sala, Diego contempló una vez más ese pequeño espacio, incluso más reducido que el baño de su casa, con cada rincón saturado de objetos cotidianos. No lograba entender por qué Silvia insistía tanto en divorciarse para mudarse a sufrir en un lugar así. Tan estrecho, tan pequeño. Además, ni siquiera contaba con servicio doméstico. Mientras estaba sumido por completo en sus pensamientos, su celular comenzó a vibrar en el bolsillo. Pensando que se trataba de Elena, contestó con rapidez, pero era José: —¿Pasa algo? —Escuché que esta noche bebiste con tu esposa. —La habilidad de José para enterarse de chismes era algo realmente impresionante. Diego no respondió; tampoco se sorprendió de que lo supiera. José ins