Capítulo 95
Pero Elena, al ver a Sergio, no pudo evitar mostrar una expresión de alegría.
—¡Por fin quieres verme!
Sergio levantó la mirada, sus ojos fríos reflejaban una distancia desconocida.
—¿Así que fue por Ricardo que decidiste plantarme?
—¿Te refieres a aquel día? —Elena respondió obedientemente, intentando explicar. —Hubo un accidente de tráfico inesperado; nadie quería que pasara algo así.
—Pero aun así, lo elegiste a él.
—No podía simplemente ignorarlo...
Sergio la interrumpió: —¿Y entonces me dejaste a mí?
Una sola frase dio en el clavo.
En el fondo, Elena sabía que en este asunto tenía la culpa. No podía refutarlo, solo pudo inclinar la cabeza y disculparse con sinceridad:
—Lo siento.
Pero si pudiera volver atrás, aun sabiendo el resultado, habría tomado la misma decisión.
No podía simplemente ver cómo quien la había salvado era llevado en una ambulancia y no hacer nada, para luego correr a registrar un matrimonio como si nada. Simplemente no podía.
Además, entre ella y Sergio no había

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