Capítulo 884

Belén imaginó la escena de Pablo cuidándola, y sintió que la temperatura de su rostro aumentaba notablemente. Alicia le dijo con seriedad: —Tienes que confiar más en ti. Si de verdad no le gustas, pues busca a otro hombre. Justo cuando dijo esto, la puerta del apartamento se abrió y Pablo entró con muchas cosas en las manos. Belén y Alicia se miraron, dejando el tema de lado. Alicia se acercó a Pablo: —¿Necesitas ayuda? Antes cocinaba en la familia García. Belén, con el rostro sonrojado, dijo: —Yo puedo lavar las verduras. Porque en realidad no sabía cocinar y no podía ayudar con la preparación. Pablo dejó las dos bolsas grandes en la cocina, y luego miró a ambas: —Salgan de aquí, yo me encargo solo. Alicia sacó a Belén, y ambas miraron la figura del hombre ocupado en la cocina. Ella miró a Belén: —Creo que es perfecto para ti. No solo tiene buen físico, sino que cocina muy bien. Un hombre tan capaz y guapo es difícil de encontrar. —No tienes miedo de que Roberto se ponga celoso cuando