Capítulo 886

¿Pero cómo podría dejar pasar esto solo porque Lucía se arrodillara? ¡Eso era absolutamente imposible! Alicia regresó al aula, y Sara preguntó rápidamente: —¿Estás bien? —No te preocupes, ahora la familia Mendoza tiene suficientes problemas por sí sola. Lucía no se atrevería a pasarse de la raya. Alicia no le dio demasiada importancia a ese encuentro. Pero antes de ir a la comisaría, debía prever cualquier escenario posible. Después de clase, Alicia fue directamente al gimnasio, tal como había acordado con todos para encontrarse allí. Cuando Alicia entró al gimnasio, notó que no había casi ningún cliente. El dueño del gimnasio se acercó: —Señorita Alicita, hoy hemos desalojado el lugar para ustedes. Alicia vio el letrero colgado afuera del gimnasio: Remodelación interna, nos vemos en una semana. Alicia se cambió de ropa y entró en la zona de boxeo, y vio que dos hombres estaban peleando sobre el ring con mucha intensidad. El combate entre Roberto y Pablo aún no había mostrado clarament