Capítulo 66 ¿Estás siendo terco?

Los demás respondieron uno tras otro y, poco a poco, todos se pusieron de pie con sus copas en la mano. Martín estaba sentado en el asiento principal, iluminado por una leve sonrisa. Sus dedos largos y bien definidos sostenían la copa frente a él. Alzó la vista y, con una mirada serena, recorrió uno por uno a todos los que se habían levantado. Nora bajó la cabeza. Con un ligero retraso, se incorporó lentamente después de las personas que tenía a su lado. Sostuvo la copa y extendió el brazo junto con los demás, pero mantuvo la mirada baja; sus movimientos eran claramente desganados. —¡Salud por el señor Martín! Los demás estaban eufóricos y gritaron al unísono. Cuando Nora levantó la copa y la vació de un trago, lo único que pasaba por su mente era que, durante todas esas horas extra, jamás había visto a esa gente tan motivada. Pensaba que a nadie le importaba demasiado el resultado de esta adquisición, pero ahora lo tenía claro: a ninguno de los presentes le era indiferente esa prima.