Capítulo 84 Es un chiste

—No he dicho nada en lo absoluto, ¿y ya están tan ansiosos por difamarme? Creo que se les ha olvidado que, antes de que yo me divorciara, ustedes dos ya estaban juntos, ¿verdad? —¿Todavía necesitan que presente pruebas para que dejen de mostrarse como personas mezquinas? Si no les importa perder la reputación en público, ¡puedo sacar de una vez el video y ponerlo para que todos lo vean! Almira, al escuchar esto, palideció de inmediato, mientras que Evaristo apretó los dientes con fuerza. Tras unos segundos de fuerte tensión, Almira soltó una risa nerviosa. —Hermana, no puedes difamarme solo porque Evaristo y yo hayamos descubierto lo que ocurrió entre tú y el presidente Fabián, ¡no seas así! —Evaristo es mi cuñado, ¿cómo podría yo estar con él? En cambio, tú, hermana, aún no te has divorciado de tu esposo, pero ya estás metida en la cama con otro, ¡casi estás embarazada! Te lo advertí tantas veces, pero no me escuchaste. Me duele demasiado, hermana. Vaya, qué mujer tan hipóc