Capítulo 12

Él se preguntaba y recordaba cada detalle de su convivencia con Laura durante todo ese tiempo. Todos aquellos pequeños indicios extraños se amplificaban en su mente, mientras la verdad comenzaba a emerger poco a poco. Ramón tuvo que admitir que, quizás, ¡Laura ya había descubierto la verdad desde hacía mucho tiempo! Incapaz de contenerse, se arrodilló y abrazó aquel asqueroso feto. No podía imaginar cuánta desesperación debía de haber sentido Laura al saberlo todo, hasta el punto de sacar sin piedad al hijo que estaban a punto de tener, ofreciéndoselo como un regalo. Estuvo a punto de derrumbarse, abrazando con fuerza aquel pedazo de carne que solo podía llamarse materia en descomposición, con los ojos completamente enrojecidos. Juró que, cuando encontrara a Laura, sin duda compensaría todo aquello. Le debía demasiado. Aquel niño sería la última vez; de ahora en adelante, no volvería a mirar a Clara ni una sola vez más. Le sería fiel por completo. Ramón tembló en silencio y, después de