Capítulo 247

Lorena tenía el corazón intranquilo y no podía dormir, porque no sabía si lo que acababa de pasar había sido un sueño o realidad. Hasta que, al atardecer, Josefina llegó a su habitación del hospital. Josefina tenía el rostro pálido, como si hubiera perdido mucha sangre. Al sentarse junto a la cama, los dedos le temblaban levemente. Lorena, preocupada por su estado, bajó de la cama de inmediato: —¿Qué pasa? ¿Te duele la herida? Josefina negó con la cabeza lentamente, pero su rostro claramente carecía de color. —Lori, me voy a dar de alta. Su voz era ronca, como si hubiera llorado, y no solo eso: parecía haber llorado mucho. El corazón de Lorena se encogió de inmediato.—¿Pasó algo en casa? No tenía mucha información sobre la familia de Josefina. —No, solo estoy muy cansada. Quiero ir a dormir a mi casa. Aquí, en el hospital, no puedo dormir. —Está bien, te llevo. —No hace falta, quiero estar sola un rato. Estaba muy decaída, y al levantarse casi se cae hacia un lado. Lorena notó que no q