Capítulo 617

Lorena estaba de pie junto a la piscina, sintiendo un frío que le calaba hasta los huesos. Apenas levantó el pie para irse, una ráfaga de viento la sorprendió por detrás. Con un movimiento ágil, esquivó hacia un lado, y la chica que intentó empujarla perdió el equilibrio por su propio impulso, cayendo de lleno en la piscina. La muchacha flotó varias veces en el agua antes de empezar a gritar: —¡Ayuda, ayuda! ¡Lorena me empujó! ¡Lorena me empujó! Las personas que seguían de fiesta corrieron enseguida y sacaron a la chica del agua. Ella, empapada y con aspecto desvalido, miró a Lorena con temor en los ojos y se ocultó detrás de la multitud. Alguien, incapaz de soportar la escena, no pudo evitar reprochar a Lorena. —¿Cómo puedes empujar a alguien así como sí? Si ella no supiera nadar, habría muerto aquí. ¿No te parece demasiado cruel? —¡Lorena, lárgate! ¡Nadie te quiere en esta cena! —De verdad que no sé cómo puedes tener tanta cara dura. ¿También crees que este tipo de reuniones son para