Capítulo 93 ¿Eres en serio un médico?

Simón sacó con rapidez de la bolsa de yute la aguja y el hilo que había conseguido de Valeria, y se los mostró a Rocío. Al verlos, Rocío se quedó completamente pasmada. —¿¿Eres realmente un médico?? ¡Ese hilo es para coser ropa! ¿De verdad piensas usarlo para suturarme la herida? El hilo para suturas debería ser especial. ¿No te parece? —La gente de la montaña no es tan quisquillosa como los pueblerinos, cualquier hilo sirve. Si no te sientes segura, le escupo un par de veces para desinfectarlo bien, ¿te parece? —¡Eres un insensato! —Si no quieres que lo hagamos las cosas por las malas, entonces lo haremos por las buenas. —¿Y cómo se hace por las buenas? —Por las malas se usa el cuchillo; por las buenas, se usa la astucia y punto. Simón sacó de la bolsa un frasco de barro y, de él, vertió un insecto oscuro, achicharrado por el sol. Tenía la cabeza como un escarabajo, pero el cuerpo como el de una cigarra. Ese insecto solo se encontraba en la Montaña de la Luna Dorada, y se llamaba Ciga