Capítulo 94 El compromiso que dejó mi abuelo

—¿Tienes algo más que decirme? —preguntó Simón. —¿No dijiste esta tarde que mi papá también corría peligro esta noche? —Tu papá es un hombre, a mí no me interesa salvarlo. Si quiere que rece por su suerte. —¡No puede ser! ¡Tienes que salvarlo! —Puedo hacerlo, pero será otro precio. Salvarte a ti solo cuesta quinientos mil dólares. Para salvar a tu papá, al menos me tendrías que dar un millón. Apenas Simón terminó de hablar, recibió la notificación del ingreso. Un millón de dólares, transferidos directamente por Rocío. ¡Wow! ¡Tener dinero era poder darse todos los caprichos sin límites! ¡Tener dinero era hacer lo que uno quisiera, sin importar los sentimientos de los demás! ¿Así de bien se sentía tener dinero? —¡Vámonos ya! —dijo Rocío —¿Vámonos? —Simón la miró confundido y le preguntó: —¿A dónde vamos? —Ya te pagué, por supuesto que vamos a ver a mi papá, ¿o que pensaste? pues vamos para romperle el hechizo. —¿Tu papá no vive contigo? —¿Por qué tendría que vivir conmigo? —¿Una mansión