Capítulo 19

Carolina volvió con Ricardo a la Casa Martínez. Frente a la mansión, solo sintió frío. Nada se comparaba con el viejo sótano donde vivió con Diego. Cerró la puerta y se quedó junto a la ventana, perdida, hasta que la voz de Ricardo la interrumpió. Apareció impecablemente vestido, con una sonrisa suave, y le tendió una bolsa negra de una marca reconocida. —Esta ropa ya la lavaron y plancharon. Pruébatela, iremos a cenar al restaurante francés más exclusivo. Carolina soltó una risa irónica: —¿No es esa la ropa favorita de Florencia? ¿Y el restaurante francés, el que más le gustaba a ella? Ricardo se tensó por un instante, la sonrisa en su rostro se volvió forzada: —No la menciones más, ¿quieres? Carolina, sabiendo lo orgulloso que era, lo provocó a propósito: —¿Y si no me la pongo? ¿Qué tal si voy con esta ropa deportiva? Para su sorpresa, él solo la miró con ternura: —Está bien. Con lo que te pongas te ves hermosa. Hasta con ropa deportiva eres la más bonita. Guardó silencio unos segund