Capítulo 74

Antes de dormir, Alicia volvió a tomarle la temperatura a Pablo. Al ver que la fiebre ya había bajado, Pablo se sintió frustrado. No podía evitar pensar: [¿Cómo es que la fiebre bajó tan rápido?] Cada vez que se enfermaba, siempre le tomaba dos o tres días, pero esta vez, su fiebre desapareció tan pronto. Sabía que si se recuperaba, su mamá tendría que llevarse a Sofía y regresar al hogar que les pertenecía. Pensando en esto, Pablo discretamente tiró el medicamento que Alicia le había dado en la basura. Luego, bajó la temperatura del aire acondicionado al mínimo. Como había previsto, en medio de la noche, volvió a subirle la fiebre. Su cuerpo estaba completamente dolorido, pero una sonrisa de satisfacción se asomó en sus labios. Pensaba para sí mismo: [Ahora mamá no podrá llevarse a Sofía.] Justo cuando se sentía triunfante, la puerta de la habitación se abrió. Alicia entró sigilosamente y se acercó a la cama de Pablo; él cerró los ojos de inmediato. Sintió las ma