Capítulo 75

Sofía abrazó el cuello de Víctor y, sonriendo con los ojos entrecerrados, llamándolo: —Papá. Víctor la acarició la cabeza y, sonriendo, le preguntó: —¿Me extrañaste? Sofía, moviendo la cabeza de un lado a otro como un pollito, asintió varias veces. Luego, se apoyó en su hombro, despegándose de él con reluctancia. Víctor sonrió con satisfacción al verla tan apegada a él: —Cuando Pablo se recupere, te llevaré al parque de diversiones, ¿te gustaría? Al escuchar eso, Sofía se emocionó de inmediato, aplaudiendo con las manos y diciendo: —¡Hermano! —Claro, llevaremos a Pablo también. Víctor le pasó una bolsa a Alicia, notando la expresión algo tensa en su rostro, y, preocupado, dijo: —No te exijas demasiado, las relaciones no se reparan de un día para otro. Tienes que tener cuidado con el ritmo. Alicia asintió: —Lo sé, ya no soy la Alicia de hace cuatro años. Ya no era la misma Alicia que siempre se entregaba al amor sin reservas. Víctor sonrió: —Lo que quiero recordarte