Capítulo 52

No me sorprendí; sabía que Pablo tenía el poder en sus manos, pero no imaginé que pudiera ser tan carismático. Fernando finalmente se puso de pie y se acercó a Pablo: —En este asunto asumimos la negligencia de la escuela. Gonzalo casi perjudica injustamente a Patricia; será degradado. —En cuanto a los rumores, la universidad publicará el video original en el sitio oficial para aclarar la situación a favor de Patricia. ¿Le parece? Pablo asintió levemente y luego me miró de reojo: —¿A ti te parece bien? —Me parece perfecto. —Asentí con entusiasmo. Yo solo quería desmentir los rumores; no deseaba que Pablo se lanzara a arrasar por mi causa. También temía que, al final, esos chismes terminaran salpicándolo. Alguien tan impecable como él no debía mancharse con rumores absurdos e irracionales. Pablo se puso de pie y les dedicó una inclinación cortés a los dos directivos: —Entonces, nos retiramos. Al pasar junto a Ramón, se detuvo un segundo: —Lo hice porque no apruebo cómo actúa tu familia.