Capítulo 945

Alicia miró a Roberto con rabia, deseando poder morderlo. Roberto tenía el rostro lívido: —Sí, soy así de codicioso. Si no fuera por su ambición, si no fuera por el miedo a perderla, debió haberle contado hacía mucho quién era realmente. Pero simplemente no se atrevió, así que lo fue posponiendo hasta ahora. Lo pospuso hasta el día en que ya no pudo seguir postergándolo. Alicia volvió a darle una bofetada a Roberto, pero él no se apartó. Roberto le sujetó la mano: —Mientras puedas desahogarte, haz conmigo lo que quieras, incluso esta vida te la puedo dar. Alicia, viendo tan de cerca sus rasgos, giró la cabeza: —No necesito tu vida, para mí no sirve de nada. ¿No fuiste tú quien vio morir a mis padres con tus propios ojos aquel año? Roberto respondió con dolor: —Lo siento. —Si pedir perdón sirviera de algo, ¿entonces para qué existen los policías? ¿Te has acercado a propósito solo para obtener mi perdón y así lograr que la familia González salga ilesa? Alicia lo miró, con lágrimas en los