Capítulo 9
Gonzalo, al escuchar esto, recorrió la habitación con la mirada y notó que aquella acogedora habitación ahora no era más que un espacio vacío, con el somier deshecho en el centro.
Sus pupilas se contrajeron. De una patada, arrojó la silla a un lado; sus nudillos se pusieron blancos y las venas de su frente se marcaron con fuerza.
—¡Ángeles, qué valiente! ¡Atreverse a jugar a huir de casa!
El mayordomo habló a su lado con extrema cautela: —Señor Gonzalo, ¿desea que enviemos a alguien a buscar a la señorita Ángeles?
—¡No hace falta! Si la busco ahora, sería justo lo que quiere. No le concederé ese gusto. En menos de tres días, ella volverá arrastrándose.
...
En los días siguientes, Gonzalo estuvo ocupado con los preparativos de la boda.
Desde el ramo de flores hasta los anillos, él mismo supervisó cada detalle con meticulosidad.
Faltaba solo un día para su boda con Daniela y, sin embargo, Ángeles no había aparecido ni una sola vez, ni un mensaje, ni una llamada.
Finalmente, Gonzalo perdi

Naka-lock na chapters
I-download ang Webfic app upang ma-unlock ang mas naka-e-excite na content
I-on ang camera ng cellphone upang direktang mag-scan, o kopyahin ang link at buksan ito sa iyong mobile browser
I-click upang ma-copy ang link