Capítulo 460

Después de salir de la sala de banquetes, Silvia y Neil no regresaron a casa. En su lugar, fueron a un restaurante. Mientras comían, Silvia se quejó: “Es bueno que nos hayamos ido temprano. De lo contrario, solo estaríamos comiendo postre. Eso no nos habría llenado”. Al ver la pequeña mancha de salsa en la comisura de los labios de la mujer, Neil estiró la mano y lo limpió por ella. Entonces sonrió y dijo: “Come lento. Tu comida no se irá a ningún lado”. Silvia se sonrojó de repente y comenzó a masticar mucho más lento. En ese momento, los dos estaban sentados frente a frente, ella comiendo y él mirándola con cariño. El ambiente era agradable y acogedor. Cuando terminaron de comer, el celular de Neil sonó antes de que pudieran marcharse. Él se sorprendió al ver que era una llamada de David. En cuanto contestó, sonó la voz de David. “Neil, te estaremos esperando en nuestro lugar de siempre”. Neil miró a Silvia y susurró: “De acuerdo. Llevaré a Silvia a casa primero”. De