Capítulo 10 Ni tú, ni yo

—¿Mariana, ahora me amenazas? Lucía puso los ojos en blanco. —Gente sin clase. Mariana activó la cámara del celular. —Si no haces que tus seguidoras se detengan, muy pronto vas a saber de lo que soy capaz. —¿Qué haces? ¡Apaga ese celular! Como actriz, Lucía era naturalmente sensible a las cámaras, así que reaccionó enseguida. Su asistente intentó acercarse para arrebatarle el celular a Mariana. Pero Mariana apuntó el celular directamente hacia Lucía. —¿No es porque Enrique se casó conmigo que me odias? ¿De verdad crees que, si no hubiera sido yo, él se habría casado contigo? —Solo me usó como escudo. Aunque no fuera yo, tampoco serías tú, ¿entiendes? —Enrique ni siquiera te... Antes de que Mariana terminara de hablar, Lucía levantó la mano y le dio una cachetada. Lucía odiaba a Mariana, así que no contuvo la fuerza. Mariana no intentó esquivarla. El golpe fue tan fuerte que, por reflejo, Mariana retrocedió unos pasos antes de recuperar el equilibrio. Sintió un punzón en el tobillo, pero no le dio importancia. Detuvo la grabación, miró a Lucía y dijo: —El video ya lo envié a una colega. Si no detienes a tus seguidoras, lo subiré a internet. Lucía se enfureció. —¡No te atreverías! —¿Por qué no pruebas y ves si me atrevo? Mariana se mantenía completamente serena, y en su mirada había una seguridad que intimidó aún más a Lucía. La asistente de Lucía intervino rápidamente. —¡Hablen bien, por favor! —Mire, gerente Mariana, esta vez las seguidoras se pasaron, pero le prometo que las haremos recapacitar. Solo le pido que... El video, por favor... —Ahora mismo publiquen en Twitter que las fotos las filtró Lucía y que yo no tengo nada que ver. Si vuelvo a ver que hablan de mi hermano, no dudaré en usar mi "señora Sánchez" para que esto escale. Lucía casi se había calmado. Pero al oír a Mariana llamarse "señora Sánchez", su cara se puso lívida. Quiso decir algo, pero la asistente se apresuró a detenerla, mientras llamaba al representante. La cuenta de Lucía era manejada por la empresa; al enterarse, el representante reaccionó enseguida y llamó a Mariana. —Gerente Mariana, discúlpeme, Luci es joven y a veces se deja llevar, no fue su intención. Ya publicamos el comunicado en Twitter, ¿sería posible que eliminara el video? Mariana revisó el celular sin expresión. Cuando vio la aclaración publicada en la cuenta de Lucía, finalmente se giró y se marchó. —¡Gente de baja categoría, borra el video! La voz de Lucía resonó desde atrás. Mariana se detuvo, la miró y le dijo: —Cuando tus seguidoras me pidan disculpas, lo borraré. —¡Tú...! Lucía quiso contestar, pero Mariana ya no la escuchó. Al salir del camerino, Lucía arrojó todos los objetos de la mesa al piso. —¡Eres una basura! ¡Mariana, basura! ¡Maldita! Mariana no miró hacia atrás. Siguió caminando erguida, arrastrando el pie adolorido, y se fue del set. Al subir al auto, notó que su tobillo estaba hinchado. Ya lo había lastimado antes, y el empujón de Lucía fue fuerte. Intentó aplicarse un poco de spray, pero para el mediodía el dolor había empeorado, así que decidió ir al hospital. Lo que Mariana no esperaba era encontrarse a Cecilia también en el hospital.