Capítulo 10
"¿De verdad quieres saberlo?", preguntó Winslow, con una sonrisa.
"¡Sí!".
"Está bien, te lo diré cuando lleguemos a la panadería". La chica tomó su mano mientras cruzaban la calle y cuando llegaron al otro lado fueron a comprar su comida.
Después de escoger algunos pasteles se dirigieron hacia el área de descanso para sentarse, pero el pequeño no se había olvidado del asunto.
"Ya estuvimos en la panadería, ahora contesta mi pregunta. ¿Cómo es la persona más rica?", insistió Zeph.
"¿Por qué tienes tanta curiosidad de saber cómo es?", preguntó ella.
"Porque algún día yo seré la persona más rica", dijo el pequeño con una expresión ambiciosa.
Winslow hizo un gran esfuerzo para no soltar una carcajada, pero aun así se le escapó una risita. "Todavía eres muy pequeño".
"¿Me estás menospreciando? Estoy diciendo la verdad, yo ganaré mucho dinero, para que mi mami no tenga que trabajar tan duro", dijo.
"Te creo y sé que te convertirás en la persona más rica del país". Winslow lo tomaba en serio, porque ese pequeño era uno de los niños más inteligentes que había conocido.
"Bueno, voy a decírtelo, la persona más rica del país se parece bastante a ti", dijo ella.
"¿En serio? Vamos a echarle un vistazo". Eso había despertado todavía más interés en el pequeño.
Winslow buscó una foto en su teléfono, luego la amplió y le entregó el aparato para que él lo viera.
Era una imagen con un fondo oscuro, donde un hombre estaba sentado perezosamente en un sofá. Era un tipo maduro, elegantemente vestido que atraía a quien lo viera; en pocas palabras, encantador. Parecía digno, culto y su buena apariencia no tenía rival. Sus ojos miraban fijamente a la lente de la cámara y eran oscuros como la noche. Tenían una intensidad que parecía penetrar lo que miraba y a la vez eran un poco intimidantes, aunque tenían un brillo de sabiduría, que podía confundirse con la astucia.
Los grandes ojos del pequeño se abrieron de par en par. ¿No era así como se veía su padre en su imaginación?
Winslow miró cuidadosamente a Zephaniah y murmuró: "Realmente se parecen, ¿dónde está tu papá?".
El niño miró al hombre de la foto e hizo un puchero. "Yo solo tengo a mi mamá".
El corazón de Winslow dio un vuelco. ¿Cómo podría un niño tan encantador no tener papá? ¿Significaba que la diseñadora Carlewood había criado a su hijo sola?
"Señorita Winslow, ¿el hombre de la foto está casado?", preguntó.
"Eh... Por lo que yo sé, no", contestó la chica.
"¿Tendrá una novia?".
"He leído que no". Ella estaba segura de eso, ya que era fanática de los tabloides.
"¿Estaría bien que mi mami fuera su novia?", preguntó.
"¡Uy!". Winslow no podía seguir el ritmo de su pensamiento.
"Mi mami es hermosa y él es muy guapo. Pienso que deberían casarse", dijo.
"Bueno... Zephy, será mejor que no pienses en esas cosas", dijo ella.
"¿Por qué? ¿Crees que mi mami no lo merece?".
"No, no, no... No me refiero a eso. Quiero decir, nosotros no pertenecemos a su mundo, somos diferentes", explicó ella pacientemente.
"¿De qué mundo vino? ¿De Marte?", preguntó el pequeño abriendo los ojos con asombro.
Winslow lanzó una risita divertida y explicó: "Nuestro mundo está dividido en ricos y pobres. Al mismo tiempo, dentro de la sociedad está la clase alta y la gente común. Él pertenece al pináculo de la clase alta, mientras que nosotros solo somos gente común. ¿Entiendes?".
El pequeño parpadeó y se quedó pensativo. Aunque no entendía el sistema de castas de la sociedad, sabía que estaba muy interesado en el hombre de la foto.
"Winslow, ¿cómo se llama este señor?".
"Su nombre es Augustine Giltstone", respondió ella
"Augustine Giltstone". El pequeño pronunció las palabras cuidadosamente. Luego, concluyó confiado: "Pienso que sería un novio perfecto para mi mami".