Webfic
Open the Webfic App to read more wonderful content

Capítulo 15

Cameron —Cam, me olvidé mi cuaderno en clase —me dijo Sarah inocentemente—. ¿Puedes volver y traérmelo? —¿Qué estás tramando? —le pregunté con los ojos entrecerrados. Los demás ya se habían ido con Alex, así que solamente quedábamos nosotros. Sarah tenía la mejor memoria de todos, nunca se olvidaba nada a menos que fuera a propósito.  —Nada, realmente me olvidé mi cuaderno —me respondió mientras se encogía de hombros—. Por favor, estoy cansada, salí a correr anoche y me duelen los pies... Me le quede mirando sin creerle nada.  —¡De acuerdo! —gritó mientras levantaba los brazos con exasperación—. Tienes que ir a ver a Freya, por favor, no puedo creer que seas tan ciego.  —¿Puedes dejar de interferir con mi vida? —le pedí suspirando y frotándome los ojos—. Ya te dije que debe ser un error. No trates de juntarnos a la fuerza.  —No lo estoy haciendo por eso —me aseguró mi amiga negando la cabeza—. Siento que algo está mal con el profesor Agnes, ¿no viste cómo la estaba mirando?  —¿En serio? —bufé con burla—. ¿Realmente piensas que señor Agnes le haría algo? Ese hombre no mataría ni a una mosca.  —¡Puedes dejar de jugar! Realmente tienes que ir en este momento, ¿qué pasa si algo le pasa? ¿Quiero que vaya yo? —me gritó perdiendo la paciencia y me quedé sorprendido. Sarah era un alma amable y casi nunca me gritaba, menos por una persona que apenas conocíamos. ¿Quizás había visto algo realmente grave?  —Bien —suspiré, saliendo del auto y trotando hacia el edificio principal.  Llegué al salón de matemáticas pensando en lo raro que era que el profesor se hubiera fijado tanto en Freya. Derek se había sacado peores notas y nunca le había pedido que se quedara después de clases. Sabía de otro que también habían reprobado y no había pasado nada tampoco. ¿Por qué se había enfocado tanto en Freya?  Me paré en seco cuando vi que la puerta del salón estaba cerrada. Estaba siendo paranoico, seguramente no era nada malo. Negué con la cabeza cuando justamente mis oídos escucharon algo. Un golpe seco como de un cuerpo cayendo al piso. Golpeé la puerta tratando de abrirla, pero me di cuenta de que estaba con llave.  —¿Freya? ¿Señor Agnes? —grité entre golpes, pero nadie me respondió. El silencio me puso los vellos de punta. Usé mi oído agudo para escuchar lo que estaba pasando adentro. Pude escuchar dos corazones latiendo rápidamente y una voz femenina ahogada como si alguien le estuviera tapando la boca.  Decidí que ya no podía seguir perdiendo el tiempo, retrocedí unos pasos y me quedé un momento en silencio escuchando atentamente.  —Te lo dije —susurró la voz de un hombre—. Nadie vendrá a salvarte, solamente estamos tú y yo.  Esas palabras me dejaron congelado porque eran verdad. Freya no tenía a nadie, no tenía amigos que se preocuparan por ella. ¿Sería esa la razón por la que se había fijado en ella?       Comencé a temblar de la furia, ¿cómo se atrevía a meterse con mi compañera? Corrí a toda velocidad y golpeé la puerta haciendo que saliera disparada contra el escritorio del profesor. Lo que encontré me congeló la sangre.  Freya estaba en el suelo con el señor Agnes encima de ella. El hombre la tenía inmovilizada contra el piso con todo su peso. Una mano tenía agarradas sus manos por encima de su cabeza y la otra le tapaba la boca. 

© Webfic, All rights reserved

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.