Capítulo 77

—Si el señor Federico no está satisfecho, no puedo hacer bien este trabajo. Que se lo deje a la directora Marta. Al escuchar a Norma decir esto, Silvia suspiró en su interior. Solo podía responder de esta manera y cumplir con la tarea. Federico arrojó los documentos sobre la mesa y miró a Silvia. Ella sintió un sabor amargo en la boca y no se atrevió a hablar. —Mírala. No la dejes ir hasta que termine la jornada laboral. Federico dijo con calma. Silvia se tensó, mirándolo algo confundida. ¿Acaso Federico estaba restringiendo la libertad de Norma? Antes de que Silvia pudiera responder, Federico hizo mala cara. —¿Hm? Silvia rápidamente asintió. —Entendido, señor Federico. Cuando Silvia salió, Federico también miró hacia fuera de la oficina. Norma aún estaba en su puesto. ¿Por qué insistía en ser tan obstinada con él? Era un problema tan simple, y ahora lo estaba complicando. ¿No le daba miedo que al final todo se volviera irreversible? Pensando esto, Federico volvió a sentirse de mal hum