Capítulo 35
Alejandro se detuvo y observó la silueta de la mujer alejándose, con una mirada perdida y profunda.
Valentina, al notar que no la seguía, dejó escapar una sonrisa de triunfo en la comisura de sus labios.
Catalina se había atrevido a hablar con tanta arrogancia que, incluso si Alejandro decía algo después, su dignidad ya estaría por los suelos.
Y si alguien más en el entorno avivaba el asunto, probablemente él no tendría más opción que dejar que pasara vergüenza.
Poco después, Catalina apareció.
Vestía un conjunto negro ceñido y funcional, que acentuaba sin reservas su figura esbelta y armoniosa.
Su largo cabello recogido en una cola de caballo le daba un aire de fuerza y determinación.
Lucas también salió. Al verla, su mirada recorrió su cuerpo con disimulo, mientras una sonrisa sarcástica se dibujaba en su interior.
Je, pronto veré cómo luce esa figura al sol.
Con solo ver su silueta, quedaba claro que era una verdadera joya.
Alejandro mostraba preocupación. —Catalina, todavía estás a

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil