Capítulo 33 El cumpleaños de Julián

Paula también se mostró inquieta. —Señorita Nancy, ¿y si ellos falsificaron las compras? Nancy contestó con frialdad: —Entréguenme la cuenta, yo transferiré el dinero. Dicho esto, se dio media vuelta y se marchó. Mónica y los demás se quedaron atónitos por un instante, y enseguida estallaron en gritos de júbilo. —Gerente Susana, este dinero es mérito suyo. En cuanto lo reciba, se lo entregaré —dijo Mónica. —No es necesario, es de ustedes. Los ojos de Mónica y del resto se iluminaron con entusiasmo y admiración al mirar a Susana. ¿Cómo podía ser tan generosa? ¡Tanto dinero y ella no se quedaba con nada! Si hubiera sido en otra empresa, jamás habrían compartido así con los empleados. Paula, al verlos tan felices, pensó en los diez mil dólares y sintió un nudo en el estómago. Ellos solo habían venido a una convivencia de una noche, mientras que del lado de Susana... ¡Eran diez mil dólares! ¡Diez mil dólares, casi medio año de su salario! Un destello de arrepentimiento cruzó fugazmente por