Capítulo 59

Frente a tantos miembros destacados de la sociedad, la imagen cuidadosamente construida por Julia de una joven talentosa y pura quedó hecha trizas por una pieza de piano interpretada por Nancy. De inmediato, Julia se sintió en aprietos, sin saber si avanzar o retroceder. Si realmente debía tocar, se convertiría en el trampolín de Nancy. Por lo tanto, tenía que encontrar una excusa para salir del paso. Julia apretó los labios y fingió indiferencia. —Nancy, tocas muy bien, pero... no he desayunado esta mañana y parece que me dio un bajón de azúcar, me siento un poco mareada... En cuanto terminó de hablar, Julia se movió un par de veces y luego cayó al piso. —¡Julia! Bruno, que estaba a un lado, palideció y dio un paso rápido para atraparla firmemente. Le lanzó una mirada fulminante a Nancy. Luego, cargando a Julia, salió apresuradamente del salón de fiestas. Así terminó de manera precipitada aquella escena bochornosa. Pero todos los inteligentes pudieron notar si realmente se había desma