Capítulo 71

La expresión de Nancy se volvió aún más fría, cada vez más convencida de que Miguel contaba con alguien que lo respaldaba. De lo contrario, siendo solo un gerente de departamento, no se atrevería a mostrarse tan arrogante. No se equivocaba: su presencia, efectivamente, había bloqueado el camino de algunas personas. Una oleada de frío le invadió el corazón. Nancy fingió estar tranquila. —Tienes razón, pero tu propuesta implica que traicione a Santiago; al menos deberías darme tiempo para pensarlo bien, ¿no? Si había algo que negociar, las cosas serían más fáciles de manejar. Miguel tampoco quería necesariamente acabar con la vida de Nancy. Después de todo, ella formaba parte de la familia Reyes; si algo le sucedía, podrían tener problemas. —Bien, te daré dos horas para que lo pienses. Miguel, agitando la mano, dijo: —Vamos, comamos algo. En la casa vacía, resonaban los pasos de su partida. Nancy, por fin, tuvo tiempo de observar el entorno: allí se apilaban numerosos barriles metálicos,