Capítulo 27
Mónica examinó a Gisela de arriba abajo, con una sonrisa gélida en los labios. —¿Tú eres Gisela? —preguntó con desdén—. Vaya... sí que tienes algo de belleza. Con razón Felipe se fijó en ti.
Gisela sostuvo su mirada sin ceder ni un paso, serena y firme. —¿Usted es la madre de Felipe?
—Sí —respondió Mónica, alzando la barbilla—. Señorita Gisela, ¿podemos hablar en otro lugar?
Gisela curvó levemente los labios. —Disculpe, pero dentro de un rato tengo que ir al aeropuerto. Si tiene algo que decirme, puede decirlo aquí.
Mónica no esperaba esa respuesta; su expresión se volvió cortante. —Entonces iré al grano, tú y Felipe no tienen futuro. Su padre y yo ya hemos decidido quién será su esposa, y solo Adriana está a la altura de la familia Hernández. Así que deja de soñar con casarte con una familia adinerada.
Su mirada estaba cargada de burla. —Desde el principio sabías que Felipe fingía ser pobre, ¿verdad? Si no, no me explico por qué seguirías con un muchacho sin nada durante más de dos añ

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil