Capítulo 26

Lorena llegó con su computadora al centro de reparación, con la esperanza de poder recuperar sus documentos. El técnico revisó el equipo y arrugó la frente. —Señorita, su documento fue completamente encriptado y luego formateado. Ni siquiera los profesionales más expertos podrían recuperarlo. Y aunque alguien lograra restaurar los datos, no sería posible descifrar el contenido original. ¿Tenía algo muy importante ahí dentro? Si no era tan valioso, le aconsejo que lo deje así. Lorena sintió un estruendo en la cabeza, la garganta seca, y no pudo evitar preguntar: —¿De verdad no se puede reparar? El técnico negó y suspiró. —Además, su computadora es un modelo de hace muchos años. Ya está completamente obsoleta. Esa computadora se la había comprado Salvador con el dinero que ganaba trabajando cuando ella aún estaba en la universidad. Ambos llevaban una vida muy austera entonces, contaban cada centavo, así que cuando recibió aquel regalo no sintió alegría, sino una profunda ternura y preocu