Capítulo 199
En lo referente al divorcio con Salvatore, lo cierto es que me aproveché de él.
Si no quería seguir compartiendo conmigo la dirección de la empresa, yo también respetaba su decisión.
Los dos hombres desaparecieron por un tiempo de mi vida y, sorprendentemente, me sentí mucho más aliviada, dedicándome únicamente a mis propios asuntos.
El Grupo Neovista creció con rapidez. Al principio solo aceptábamos encargos pequeños, pero poco a poco un videojuego sencillo se convirtió, de la noche a la mañana, en un fenómeno nacional, lo que aportó a nuestra empresa enormes beneficios.
El inversor que nos había apoyado desde el inicio estaba encantado y nos hizo publicidad, gracias a la cual empezaron a llegar encargos sin cesar; casi no teníamos tiempo ni para respirar.
En aquel momento olvidé por completo a esos hombres: todas aquellas complicadas enemistades y pasiones no eran nada comparadas con el dinero real que tenía en las manos.
Sin embargo, un día recibí de repente un aviso: aún no había o

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil