Capítulo 38
Mi rostro se encendió al instante y lo empujé bruscamente.
—¡Tú... tú cállate!
Cada vez estaba más convencida de que, en estos años de los que había perdido la memoria, debí de haber hecho muchas cosas excesivas con Salvatore.
Si no, ¿por qué él, que suele mostrarse tan distante y frío, en la cama siempre era tan... tan...
¡Extremadamente descontrolado!
Al fin y al cabo, ahora no era más que la Bianca de dieciocho años: sin esos años de recuerdos, sin haber vivido la vida de casada, una estudiante universitaria que ni siquiera ha tocado la mano de un hombre. ¿Cómo podría soportar palabras como las suyas?
Por suerte, ahora, gracias a lo de Valeria, había un distanciamiento entre nosotros, y pude usar ese asunto como excusa para que no me tocara.
De lo contrario, no sabría qué pretexto usar.
Es más, si lo rechazaba demasiadas veces, quizá llegara a sospechar algo.
—¿Qué tienes que esconder para avergonzarte así?
Salvatore me pellizcó la mejilla. —Antes no eras una persona tan tímida.
Acl

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil