Capítulo 278

Así que, incluso estando agotada y somnolienta esa noche, no regresó a su habitación para dormir; necesitaba ver con sus propios ojos que Luis volvía para poder estar tranquila. —Esta noche te llamé cantidad de veces y no contestaste... —dijo Laura con un tono de cariñoso reproche. Sus ojos, enrojecidos por el cansancio, la hacían parecer aún más digna de compasión. Agarró cariñosa el brazo de Luis y, con un aire de tristeza y remordimiento, añadió: —¿Aún sigues enojado conmigo por haber ido hoy a la empresa sin avisarte, haciendo que Ana malinterpretara nuestra relación? —Si Ana no quiere volver a casa por esto, estoy dispuesta a ir personalmente a pedirle disculpas y explicarle todo. Haré lo posible por convencerla de regresar. Solo te pido que no me ignores como lo hiciste hoy, que no dejes de contestarme el celular. —Tú sabes, Luis, ahora solo te tengo a ti. Si incluso tú te enojas conmigo y no quieres hablarme, de verdad no sabría qué hacer. Mientras hablaba, los ojos de Laura se