Capítulo 238
No era correcto.
Esa voz no era la de Santiago.
La señora Esperanza, aterrada, se volteó y vio a un joven alto y guapo de pie detrás de ella, sosteniendo cinta adhesiva y cuerdas, sonriéndole radiante.
—¡Socorro...!
Antes de que pudiera terminar, le taparon apresurados la boca y la arrastraron detrás de la casa.
Los guardaespaldas de su casa ya estaban noqueados y atados; aquellos que parecían estar inconscientes estaban perfectamente de pie.
¡Estaban fingiendo su desmayo!
El rostro de la señora Esperanza palideció como la muerte.
Viviana y los demás se rieron con frialdad, era obvia la trampa.
No se habían comido el dulce en absoluto, buscaron la oportunidad de escupirlo.
Rosa sacó su celular y continuó filmando el estanque, —esto no se desarrollaba como pensé.
Al darse cuenta de que algo andaba mal con Raquel, sospecharon que estaba en complicidad con Susana.
Así que decidieron seguirles el juego.
Viviana murmuró: —Creo que el estado emocional de Raquel en este momento no es el adecu

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