Capítulo 23
No se sabía en qué momento él había llegado detrás de ellos dos, y justo presenció la escena en la que Sebastián le aplicaba el medicamento a Luisa.
Avanzó en dos zancadas y, sin dudarlo ni un segundo, le propinó un puñetazo a Sebastián.
El incidente ocurrió tan repentinamente que incluso Luisa no esperaba que Federico, quien siempre mantenía la calma, llegara a levantarle la mano a alguien.
—¡¿Qué haces?!
Luisa se apresuró a separarlos, tirando de Federico hacia atrás.
Sebastián era tan delgado que jamás podría ser rival para Federico, quien llevaba años acostumbrado al ritmo de los negocios y los banquetes.
Además, sus manos eran tan valiosas... Estaban hechas para salvar vidas, no para pelear.
El movimiento con el que Luisa protegió a Sebastián le provocó un dolor punzante a Federico en el corazón.
Él la miró incrédulo. —¿Lo estás protegiendo?
—¿Ya terminaste con tu numerito? Esto es un hospital, ¿hasta cuándo quieres seguir haciendo el ridículo?
Luisa lo reprendió con furia.
Como s

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