Capítulo 18
Una hora después, la secretaria envió a Jairo el video de las cámaras de la gala benéfica.
Él respiró hondo y lo abrió de inmediato.
En la pantalla se veía cómo, cuando Verónica iba a irse, Mariana le sujetaba la muñeca y se dejaba caer por las escaleras.
¡Verónica jamás la había empujado!
El aliento de Jairo se detuvo; sus ojos quedaron fijos en el video.
En el instante previo a la caída, el rostro de Mariana mostraba una sonrisa de triunfo.
Luego él y los invitados acudieron al oír el ruido y, sin dar explicación, comenzaron a acusar y a gritar con furia.
Y, más tarde, Verónica arrojándose por las escaleras para probar su inocencia.
Jairo se llevó las manos a la cabeza y se aferró con fuerza al cabello.
Todo había sido una farsa de Mariana.
El remordimiento lo atravesó. ¿Por qué no revisó las cámaras antes?
Si lo hubiera hecho, quizá nada de lo demás habría ocurrido. Tal vez Verónica no estaría muerta.
En ese momento sonó su teléfono, era la secretaria.
—También tenemos la versión en

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