Capítulo 2877
"Ivy, ¿aquí todos son tan amables?", preguntó Kiara.
"Bueno... Más o menos". Ivy nunca mencionaría lo que les había pasado, pues no quería que se preocuparan.
Las tres se tomaron unas cuantas fotos en el pasillo e Ivy las llevó a los camerinos.
"Aquí es donde recito mi guion y me maquillan", susurró Ivy, ya que había otras personas a su alrededor.
Rosa vio a otros recitando su guion y arrastró a Ivy afuera.
"Ivy, gracias por acceder a nuestra petición. Deberíamos volver ya. Aún no es hora de que empiece tu turno, así que ¿por qué no te vas a casa a descansar?", preguntó Rosa.
Ivy miró la hora y negó con la cabeza. "Igual tengo que regresar más tarde, así que me quedaré aquí y recitaré mi guion. Las llevaré abajo. Mándenme un mensaje cuando lleguen a casa".
"Claro".
"Rosa, avísame la próxima vez que diseñes joyas. Yo también quiero verte trabajar". Ivy también sentía curiosidad por otras carreras.
"¡Claro! Te avisaré".
Ivy vio cómo se subían al coche y, como aún era pronto para que empezara su turno, se dirigió a una cafetería cercana.
La cafetería era muy concurrida, así que tuvo que esperar unos minutos en la fila.
Al entrar al local, Ivy pidió un café con leche y se dispuso a sentarse, pero no encontró asientos libres.
Después de pagar, salió y escuchó una voz familiar.
Reconoció que era la voz de Anthony.
Debido a su profesión, el habla de Anthony era claramente más agradable en cuanto a pronunciación y ritmo que la de la gente común y corriente.
Ivy miró y vio a Andrea con Anthony.
Ambos llevaban mascarillas y estaban uno al lado del otro como una pareja.
Mientras Anthony hacía la fila para comprar bebidas, Andrea estaba a su lado, hablándole alegremente.
Ninguno de los dos se percató de la presencia de Ivy porque ésta se encontraba en la sombra, mientras que ellos estaban bajo las luces.
Ivy no sabía que ambos eran tan cercanos.
Andrea estaba en segundo año y Anthony en tercero, así que Ivy siempre había pensado que no se conocían. Fue en ese momento que se enteró que se llevaban bastante bien, lo que significaba que, aunque Anthony hubiera visto a Andrea cambiando el guion de Ivy, nunca la delataría.
El corazón de Ivy se llenó de tristeza tras reflexionar sobre lo tonta que había sido al bajar la guardia delante de ellos.
Se quedó inmóvil mientras los observaba hasta que Anthony por fin tuvo dos tazas de café en la mano.
Le dio una de las tazas a Andrea, quien miró su café y acercó su mano hacia ella para que bebiera un sorbo de su taza.